Cuando Marta Caparrós llegó por primera vez a Australia, lo hizo buscando un lugar lo más alejado posible donde poder mejorar su inglés. Con 25 años, esta graduada en Marketing y Relaciones Públicas ya había tenido un par de experiencias internacionales, y con 20 había hecho la sempiterna peregrinación a Inglaterra, donde se juntaba con tantos hispanohablantes que el efecto sobre sus competencias lingüísticas fue más bien inexistente. Esta vez buscaba algo diferente.
Redacción