Aprovechando la tregua estival en los titulares presupuestarios, conviene reflexionar sobre cuestiones de fondo en nuestras finanzas públicas. El aluvión de noticias en los últimos meses -cambios en el sistema de financiación autonómica, condonación de deuda y la voluntad de seguir adelante con los Presupuestos Generales del Estado, a pesar de que aún no se han aprobado ni el techo de gasto, ni los objetivos de estabilidad, ni se ha actualizado el cuadro macroeconómico- ha hecho que la adaptación ineludible de nuestro marco fiscal al europeo haya pasado casi inadvertida.
Redacción