Kim Ji-yeon está tan preocupada por la moneda de Corea del Sur que está invirtiendo todo el dinero que puede en acciones y oro estadounidenses. Una razón clave: la promesa de Corea de invertir 350 mil millones de dólares en Estados Unidos, una cifra que ha avivado los temores de una espiral de pérdidas en la moneda.
Redacción
