En el contexto de un sector energético en flujo, un clima geopolítico a menudo terso y la sed regional de seguridad energética, el gas natural licuado (GNL) ha surgido una vez más a la vanguardia de la conversación.
Donde el hidrógeno y el amoníaco dominan el discurso de descarbonización, el GNL frecuenta la charla comercial.
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Redacción