En 2018, Francisco Lage, presidente de SYM Naval, empezó a darle vueltas a un problema que, al menos a él, le parecía acuciante: el proceso de descarbonización que transformaba la movilidad urbana en las ciudades europeas apenas alcanzaba al entorno portuario. “Es incoherente que un taxista que ha tenido que invertir miles de euros en un coche eléctrico llegue al puerto a recoger a un tripulante de una lancha que sigue echando humo y contaminando”, argumenta Lage. Pero ¿qué podía hacer al respecto?, se preguntó.
Con un pie en Europa y el otro en América Latina
A partir de 2015, tras reorientar su actividad hacia la construcción de embarcaciones, SYM Naval intensificó su apuesta por la internacionalización haciéndose con un astillero propio en República Dominicana, hoy en proceso de ampliación y que alcanzará los 20.000 metros cuadrados de superficie de varada y contará con muelle de armamento. La infraestructura está concebida para atender la creciente demanda de construcción y reparación naval en Latinoamérica, explica el presidente de la empresa, Francisco Lage.
En 2021, como parte de esa misma estrategia regional, la firma abrió una base técnica en Panamá, especializada en reparaciones a flote en fondeo. Hoy la compañía cuenta, a escala global, con unos 100 empleados –un número que “sube a las 200 personas cuando hay picos de producción”– y una facturación que ronda los 10 millones de euros. La proyección para 2030, señala Lage, es rozar los 30 millones.
“A nivel europeo, queremos establecernos como el astillero de referencia en propulsión cero emisiones, un camino que ya hemos empezado a recorrer”, comenta. “En Hispanoamérica, aspiramos a que el astillero de República Dominicana se convierta en un referente para las embarcaciones portuarias de la región, especialmente en el ámbito privado, como alternativa a la tradicional importación de barcos desde países lejanos”, añade Lage.
En cuanto a Panamá, la intención es consolidarse como una empresa de referencia dentro del Canal, con unos objetivos de cuota de mercado razonables, “de manera que podamos impulsar una expansión hacia el Pacífico”. Esa, indica, es la hoja de ruta de la compañía para los próximos cinco años.