Rubén Labandera y Kima Fuentes, amigos de toda la vida, veían que León, su ciudad, tenía hambre de una cocina que mirase a Asia. Sentían pasión por la comida y la hostelería, lo que aderezado con inquietud empresarial los llevó a identificar la oportunidad y buscar la manera de saciarla. “Veíamos que en León no había ninguna opción de sushi, y la primera idea que se nos ocurrió fue buscar una franquicia”, recuerda Labandera por videollamada. “Estuvimos viendo un poco las opciones que había en el mercado y no nos convenció ninguna”, añade. Lejos de abandonar y siguiendo la premisa de Voltaire sobre Dios, pensaron que si no existía habría que inventarla y en enero de 2016 abrieron las puertas de Sibuya, el primero de los 76 restaurantes que tiene hoy el grupo homónimo.