
El apagón del 28 de abril nos dejó sin algo más que luz. También se llevó un consenso alcanzado hace ya años. La luz volvió, pero hay algunos sectores políticos y económicos que han aprovechado lo ocurrido para reabrir un debate sobre la supuesta necesidad de alargar la vida de las centrales nucleares españolas. Con la clausura de Almaraz prevista para noviembre de 2027, se ha intensificado una campaña que pretende romper ese consenso –incluso de las propias eléctricas– sobre la conveniencia de un cierre escalonado hacia un sistema 100% renovable. El último ejemplo fue un artículo en este diariofirmado por un exministro socialista y expresidente de Red Eléctrica, Jordi Sevilla, que pedía retrasar la agenda nuclear sin aportar evidencias
Redacción
