El debate sobre la necesaria transformación de la economía de la Unión Europea se ha desplazado velozmente hacia objetivos de seguridad. Este giro puede afectar a muchas dimensiones del modelo económico actual, incluida la inevitable adaptación de los sistemas de impuestos y prestaciones al nuevo entorno. La modernización de estos sistemas es crucial para afrontar los desafíos en curso sin comprometer la estabilidad social y económica.
Redacción