A las 13:47 horas del martes 30 de abril de 2024, el BBVA confirmaba al regulador de la Bolsa una noticia que ya circulaba por los corrillos financieros de toda Europa: la entidad que preside Carlos Torres quería volver a intentar comprar a su rival el Banco Sabadell, una operación que podría llegar a los 14.200 millones de euros a precios de mercado. Transcurridos casi 15 meses de aquel aviso, y tras superar varios procesos regulatorios y administrativos, el Gobierno español acordó el martes pasado dar luz verde a la opa con unas condiciones que sorprendieron al mercado: Moncloa imponía la exigencia adicional de que los dos bancos no pueden fusionarse y tendrán que mantener su autonomía al menos durante tres años. Una limitación que puede llegar a complicar los cálculos del BBVA para seguir adelante con la operación.