La bendición del decreto-ley para la privatización parcial de la aerolínea portuguesa TAP, otorgada por el presidente de la República, Marcelo Rebelo de Sousa, ha abierto un plazo de 60 días -llega hasta la primera semana de octubre- para la precalificación de los inversores que optarán a entrar en la compañía de red 100% del Estado portugués. El Gobierno ha dejado claro en el arranque del proceso que busca optimizar el valor de la compañía y que no se lo pondrá fácil a los tres grupos europeos que llevan años analizando el encaje de TAP en sus estructuras: IAG, Lufthansa y Air France-KLM. Esta, concluye, no será una ganga.
Redacción