Los Kretz tienen una norma: no se habla de negocios en la mesa. Pero se la saltan a la mínima de cambio, reconocen entre risas tres miembros de esta familia francesa de consultores inmobiliarios, que se han hecho conocidos por protagonizar un realidad de Netflix en el que muestran cómo es su día a día vendiendo viviendas de lujo. “Nuestra abuela siempre se queja cuando come con nosotros porque todo el rato estamos hablando del sector inmobiliario. También Charina, la esposa de Valentin, que dice que ni en vacaciones paramos cuando estamos juntos”, cuenta Louis, codirector, junto a su mujer, Adriana Pinos, de Kretz Spain.
Redacción