Una simple cifra, derivada a su vez de una ecuación, es capaz de condensar una batalla empresarial con tintes políticos, personales y cuentas pendientes. La relación entre lo que vale el Banco Sabadell en Bolsa y lo que está dispuesto a pagaren acciones, el BBVA, es una versión financiera de las apuestas deportivas: no dice cómo terminará el partido, pero sí por dónde se mueven quienes se juegan el dinero. Más allá de la marcha, viento en popa, del negocio bancario y del esfuerzo titánico del BBVA y el Sabadell por maximizar el valor de sus acciones en plena batalla, el papel de los fondos oportunistas ha crecido a medida que los obstáculos administrativos se han ido superando.
Redacción