“Es la mayor innovación en el campo de batalla en una generación”. El secretario de Defensa estadounidense, Pete Hegseth, reconocía el pasado mes de julio un secreto a voces: los drones han revolucionado no solo la industria bélica, sino la fisonomía de las guerras en el siglo XXI. Ucrania, haciendo de la necesidad virtudha convertido estos aviones no tripulados en la clave de bóveda de su defensa tras la invasión de Rusia. Y ahora es Moscú quien ha perfeccionado estos dispositivos para contrarrestar a Kiev y sembrar las dudas en la OTAN al sobrevolar el espacio aéreo de algunos de sus miembroscomo Polonia.
Redacción