
España no estará entre los mayores damnificados de la subida arancelaria acometida por Estados Unidos, pero el crecimiento de la actividad no será del todo inmune a las turbulencias comerciales. El Instituto de Estudios Económicos ha presentado este lunes un informe donde tratan de poner cifras al impacto: sitúan entre una y dos décimas el daño al PIB español en 2025, y en hasta cuatro décimas en 2026. El centro de análisis de la patronal admite que la exposición de las empresas españolas al mercado estadounidenses es limitada, y menor a la de sus socios de la UE. Pero detecta problemas aledaños, como la contracción de la inversión estadounidense en España, que supone en torno a un 15% del total, en un contexto de incertidumbre global y apreciación del euro frente al dólar.
