La decisión de Washington de impedir que Irak importe gas de Turkmenistán mediante un acuerdo de intercambio con Irán puede resultar problemática para Bagdad, pero podría reavivar el interés en construir un gasoducto transcaspio que permita que el gas turcomano fluya hacia Europa. La decisión de Washington fue parte de un esfuerzo por aumentar la presión de las sanciones contra Teherán y no tenía como objetivo específico castigar ni a Bagdad ni a Ashgabat, aunque ambos se verán afectados. Irak está sufriendo una escasez de energía paralizante y está importando gas de Turkmenistán…
				
				
                    	                    
                                
                                Redacción
                            
                                    
				
				
												
				
				
									
						
					
								
			
							
					
							