¿España, país de camareros? Bueno, sí, para algo somos una potencia turística y hostelera. La cuestión es la calidad, no solo la cantidad. Pero también somos la cuarta economía del continente que más invierte en nuevas empresas tecnológicas, según la Oficina Europea de Patentes. Con Barcelona como la quinta ciudad europea que más empresas emergentes acoge, segunda del mundo en el sector de los videojuegos, primera de Europa y segunda global en industria farmacéutica, segunda de la UE en tecnología sanitaria y segunda mundial en innovación sostenible, ciudades inteligentes y tecnología para viajes y turismo.
El comienzo de una relación larga y estable
Además de postularse a los premios, las empresas participan en BNEW Startup Innovation Hub “para mantener reuniones presenciales y virtuales de redes con el resto de nuevas empresas. Las cinco finalistas de cada vertical explican sus innovaciones ante una audiencias especializadas”, explica Blanca Sorigué, directora general de CZFB. Este año además han estrenado un asistente virtual: BBot.
En España, el 80% de las nuevas empresas no superan los tres años por falta de financiación, de formación y atracción de talento, o por la dificultad para validar sus productos en el mercado. Por eso el CZFB les ayuda a superar esas barreras a largo plazo: “Todas participan en nuestras redes de contactos y en los encuentros de redeseventos y ferias que organizamos —explica Pere Navarro, delegado especial del Estado en el CZFB—. Algunas se incorporan a nuestras incubadoras de logística 4.0 o impresión 3D con apoyo integral de espacio físico, mentoría, conexión con inversores, formación especializada y acceso a redes empresariales”. Ya se han incubado 60, que han generado 457 empleos, con 46 millones de euros de facturación prevista este año y una tasa de supervivencia del 88%, muy por encima de la media nacional.
Un ejemplo entre muchos de esa relación a largo plazo: una de las premiadas en una edición anterior de BNEW, dedicada a IA robótica, acaba de cerrar una ronda de financiación de 21 millones de dólares, la ronda semilla más cuantiosa en la historia del país y de las mayores de Europa en su sector.