Tocan a muerte empresarial en La Bañeza (León, 10.000 habitantes). Varias cruces de madera cuelgan junto al acceso a la planta de La Azucarera; en el pueblo los carteles llamando a defender la fábrica del cierre copan viejas fachadas históricamente dominadas por las esquelas, carteles de verbenas o de espectáculos taurinos. El enorme silo de la factoría exhibe un amargo lema tras conocerse que el grupo propietario de La Azucarera, el gigante británico Associated British Foods, planea recortar en España y cerrar directamente estas instalaciones. “Azucarera. La vida sabe mejor”, lee quien alce la mirada, práctica poco común estos días en La Bañeza, hundida porque de allí depende un centenar de puestos directos y numerosos indirectos, particularmente de la remolacha, fuente del dulce. Los sindicatos pelean por el mejor entierro posible mientras los lugareños se preguntan cómo sobrevivir.