No nos malinterpretes. Estamos a favor de una política energética nacional coherente y con visión de futuro. Uno que limite nuestra dependencia de los recursos extranjeros por razones de seguridad nacional, fomente el uso económico de energía asequible y ayude a construir una industria energética financieramente sólida que pueda competir en los mercados mundiales. Concentrémonos en estos adjetivos: “coherente”, “con visión de futuro” y “financieramente fuerte” porque van juntos. Los inversores quieren una política coherente y con visión de futuro. No quieren atar…
Redacción