Los asistentes del primer ministro del Reino Unido, Keir Starmer, se apresuraron a expresar su apoyo a Rachel Reeves después de la aparición llorosa de su canciller en la Cámara de los Comunes, provocó una venta de mercado del Reino Unido en medio de especulaciones sobre su futuro. A Starmer, un Starmer, evitó decir si Reeves estaría en su puesto en las próximas elecciones generales. Después de la sesión, el secretario de prensa de Starmer dijo a los periodistas que Reeves no iba a ninguna parte. Victoria de Bloomberg informa Wakely desde Londres. (Fuente: Bloomberg)
Redacción