El planeta ha afrontado varias crisis imprevistas en los últimos años. La pandemia y sus coletazos; la invasión rusa de Ucrania, que desencadenó una crisis energética y otra inflacionaria; o el golpe más reciente por la guerra comercial desatada por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump. Para hacer frente a estas perturbaciones, los países han tirado de chequera con el fin de aliviar el impacto sobre hogares y empresas. El mundo ha logrado capear una crisis de alto voltaje, pero la consecuencia es una abultada deuda acumulada.
Redacción