La deuda europea se resiste a bajar. En una Unión Europea con una economía débil —y una inflación ya controlada—, reducir el pasivo de los Estados se ha convertido en una tarea casi imposible. Lo consiguen algunos países (Grecia, Portugal, Chipre, Dinamarca o España) donde la economía va mejor; la mayoría, en cambio, ven como su deuda crece a más o menos velocidad. Algo pone de su parte el aumento del gasto en defensa en los países del flanco oriental. Y así, el conjunto de la UE y la zona euro, la tasa de deuda sobre el PIB va subiendo poco a poco hasta llegar al 81,9% y al 88,2%, según Eurostat.
Redacción