Hubo un tiempo, no muy lejano, en que los tipos de interés eran tan bajos que a los gobiernos les resultaba muy fácil pedir prestado dinero a varias décadas vista. Los inversores internacionales financiaban sin apuros las emisiones soberanas a 30, 40, 50 e incluso a cien años. En 2021, con los tipos al cero en la zona euro, países como España e Italia, que habían sido duramente azotadas durante la crisis de deuda soberana, daban carpetazo a aquellos años con emisiones a 50 años.
Redacción