Wall Street tiene un nuevo inversor favorito. Son jóvenes, son ricos y son escépticos de que los mercados tradicionales puedan ofrecer riqueza a largo plazo. Formada por las crisis financieras y alimentada por el optimismo tecnológico, esta clase de millennials y la Generación Z bien adinerada están trasladando su dinero al mundo de los activos alternativos.
Redacción