Kazajstán ha llevado el significado de la política exterior múltiple a una nueva dimensión: para dividir los átomos, Astana ha decidido dividir una licitación, creando acuerdos para construir dos plantas de energía nuclear cuando solo una había sido autorizada previamente. Con los dos poderosos vecinos de Kazajstán, Rusia y China, compitiendo agresivamente para asegurar el contrato para construir el reactor planificado a orillas del lago Balkhash, Astana enfrentó una opción difícil. No querer enfrentar potencial retroceso para ofender ni el Kremlin o Beijing, funcionarios kazajos …
Redacción