Marriott, Hilton e IHG, tres de las cadenas hoteleras más grandes del mundo, están mudando de piel. De la concentración exclusiva de su oferta en el lujo han pasado a presentar una cartera en la que la presencia de hoteles del segmento económico y de los apartamentos turísticos, en especial de larga estancia, han ido ganando protagonismo, especialmente a partir de la pandemia. Esa mutación se ha iniciado en Estados Unidos y ahora empieza a llegar a Europa.
Redacción