El nuevo impuesto que afecta a las entidades financieras y de crédito, aprobado por el Congreso en una votación agónica que tuvo lugar a finales de 2024, ha dejado ya su primer ingreso en las arcas públicas. Según recoge el último informe mensual de recaudación, correspondiente al mes de junio y publicado este jueves por la Agencia Tributaria, el gravamen ha generado en su primer pago fraccionado un total de 566 millones de euros. La cantidad, explica el organismo dependiente del Ministerio de Hacienda, representa el 40% de la cuota anual prevista y este ejercicio se ha ingresado de forma excepcional en junio, aunque a partir del próximo año el pago se trasladará a febrero.
Redacción