Durante años los mercados emergentes han sido una especie de cofre del tesoro financiero: cada cierto tiempo resurgen con la promesa de crecimiento, diversificación y rendimientos atractivos. Este parece ser uno de esos momentos. Los expertos coinciden en que el contexto actual juega a su favor. Sin embargo, advierten que no todas las promesas se cumplen y que invertir en este tipo de activos sigue exigiendo paciencia, visión de largo plazo y, sobre todo, templanza.
Redacción