El despacho Nummaria contaba con numerosos clientes vip que buscaban una solución a sus problemas con la Agencia Tributaria. Su dueño, Fernando Peña, era un conocido asesor fiscal, ex inspector de Hacienda, número uno de su promoción; fue el primer presidente del Registro de Economistas Asesores Fiscales (REAF); y se acercó al mundo del espectáculo gracias al cargo de secretario de la Academia de la Televisión que ocupó durante casi 20 años. En 2016 pasó de estar en lo más alto, asesorando a empresarios, artistas, escritores y cantantes, a ser perseguido por la justicia como cerebro de una trama de defraudación de impuestos. Nueve años después, la Audiencia Nacional le ha condenado a 80 años de prisión, una de las mayores impuestas a un fiscalista, por confeccionar un entramado societario para evadir impuestos de su negocio, suyos y de sus clientes, entre los que se encontraban los actores Imanol Arias y Ana Duato.