El Supremo ha modificado su doctrina sobre la compensación por daños personales, un cambio con eco en el pago de indemnizaciones por enfermedades profesionales o exposición a sustancias tóxicas. En una sentencia fechada el 17 de junio, el alto tribunal permite aplicar en estos casos el baremo de los accidentes de tráfico, lo que desemboca en la posibilidad de indemnizaciones superiores a las actuales. Aunque la sentencia resuelve varias demandas concretas contra Uralita por el amianto, su aplicación es general: puede regir ante cualquier enfermedad contraída en el ámbito laboral o por la actividad de una empresa.
Redacción