Los ingresos fiscales de Japón alcanzaron un récord de alrededor de ¥ 75.2 billones ($ 524 mil millones) en el año fiscal que terminó en marzo, superando las previsiones del gobierno en ¥ 1.8 billones. Pero la ganancia inesperada aún dejó preguntas sobre cómo el primer ministro Shigeru Ishiba financiará sus folletos en efectivo, una promesa de elecciones clave.
Redacción