El inversor vive un momento de euforia

Redacción
By Redacción
3 Min Read

El inversor vive un momento de euforia

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Las Bolsas desafían a la gravedad. Las acciones acumulan subidas notables en la mayor parte de mercados financieros del mundo. La renta variable española, de hecho, es una de las que más se revaloriza desde enero con una ganancia superior al 33% para el Ibex 35, su principal indicador. La bonanza se produce en un entorno nada fácil. La economía global crece, pero lo hace a un ritmo inferior al de sus mejores días. Además, el entorno geopolítico no hace más que poner palos en las ruedas de la actividad. Es verdad que la hecatombe arancelaria que anunció Donald Trump el 2 de abril en el autoproclamado “Día de la Liberación” no ha sido tal debido a los acuerdos bilaterales que EE UU ha ido sellando desde entonces con algunos de sus mayores socios, pero lo cierto es que las tasas comerciales son mucho mayores a las de hace un año. Nada de eso parece importar; los inversores viven ajenos al permanente ruido: todo sube, ya sean las acciones, los bonos, el oro o las criptomonedas. Por señalar un damnificado, ese sería el dólar.

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Escenario aún favorable para el riesgo

En JP Morgan Asset Management prefieren ver la botella medio llena. Es verdad que las perspectivas de crecimiento son menores a las que pronosticaban en enero, pero son mejores de las que calcularon en abril, cuando la guerra arancelaria estaba en su apogeo. “Por lo tanto, sigue siendo un escenario favorable para los activos de riesgo”, reflexiona Lucía Gutiérrez-Mellado. Eso sí, la fuerte subida de las Bolsas los lleva a ser más cautelosos. “La renta variable tiene margen para subir, pero ahora hay que ser más selectivos. Ya no vale todo”, puntualiza la directora de estrategia en España de la gestora de fondos.
Desde el punto de vista macroeconómico, en JP Morgan AM creen que EE UU podría desacelerarse en el cuarto trimestre de 2025, para acelerar de nuevo a comienzos del próximo año. “Las rebajas de tipos y el impacto del plan fiscal con rebajas de impuestos deberían contribuir a esa reactivación”. Gutiérrez-Mellado reconoce que las empresas estadounidenses les han sorprendido favorablemente por su capacidad de gestionar los aranceles (pasando los mayores costes a los clientes) y por la reducción de costes gracias a la tecnología. Para Europa su visión ahora es más “constructiva” que hace unos meses. Si bien creen que a corto plazo el crecimiento seguirá siendo débil, a medio y largo plazo confían en que la actividad se vea impulsada por los cambios en política monetaria y fiscal, además de por el uso de los fondos de la UE.