La situación actual de la economía francesa la resumió en una frase hace unos días el gobernador del Banco de Francia, François Villeroy de Galhau: “Tradicionalmente Francia ha sido la locomotora de Europa. Hoy es el último vagón”. El país, segunda economía de la zona euro, tiene el crecimiento más frágil tras Alemania, una deuda galopante y uno lo de los déficits más elevados, que no consigue reconducir por las resistencias a acometer recortes. Francia es uno de los países con el gasto público más alto y desde hace 50 años los presupuestos son deficitarios, en parte porque tiene un sistema de protección social muy generoso que nadie quiere tocar.
Redacción