La guerra arancelaria desatada por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, empieza a hacer mella en la economía, pero el panorama que se dibuja es distinto al que se anticipaba. Lo que sí se confirma es el desplome del comercio global, lastrado por el retroceso del mercado norteamericano: las exportaciones europeas de bienes hacia EE UU descendieron un 35% tras el día de la “liberación”, borrando el avance de los dos meses previos y prefigurando una tendencia preocupante. En el caso de España, a falta de información de aduanas, las exportaciones de grandes empresas apuntan en la misma dirección: los envíos de bienes y servicios hacia terceros países se redujeron en abril casi un 5% en términos deflactados.
Actividad
La coyuntura está siendo menos boyante en el segundo trimestre, a tenor de los descensos registrados en abril del indicador de actividad en el sector de servicios de mercado y de la cifra de negocios en la industria. En los servicios, la facturación descendió un 0,1%, tras haberse estancado en los dos meses previos. Y en la industria, el descenso en abril alcanzó el 1%, prolongando la tendencia observada desde inicios de año. Ambos índices son a precios corrientes, de modo que la tendencia en términos deflactados es más pronunciada.