Cada vez que escuchamos “los inmigrantes nos quitan el trabajo”, estamos siendo testigos de una de las distorsiones más costosas de nuestro tiempo. Sin embargo, la investigación económica es bastante conclusiva sobre esta cuestión. La tesis del empleo fijo es solo una percepción ilusoria, psicológica que se traduce en discursos de rechazo ante una inmigración que puede suponer, eso creen muchos, una pérdida de empleos.
Redacción