El fracaso en la tramitación de la ley que pretendía recortar la jornada máxima legal de 40 a 37,5 horas semanales, está sirviendo de acicate a la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, para reactivar todas reformas que tenía pendientes de su departamento. Tras sacar a consulta pública el endurecimiento del registro horario, apenas 24 horas después del naufragio de la reducción de jornada, este jueves ha rescatado uno de los asuntos que generará con toda seguridad un nuevo choque frontal con los empresarios: la reforma de la indemnización por despido.
Redacción