La temporada de ganancias en el segundo trimestre tiene un comienzo desgarrador, con la fuerza del consumidor que impulsa las ganancias corporativas resistentes. Sin embargo, en el mercado de valores, la reacción ha sido bastante tranquila, una señal siniestra en la que gran parte de las buenas noticias tiene un precio, y los inversores están castigando decepciones.
Redacción