
“Tras el vaciado de la granja queda una sensación inimaginable, no se puede describir con palabras”. El ganadero habla desde el anonimato y se refiere a “vaciar” para no decir “sacrificar”. Las vacas son su mundo y este se ha venido abajo con el episodio registrado las últimas semanas en la provincia de Girona, donde un brote de Dermatosis Nodular Contagiosa (DNC) mantiene en vilo a todo el sector agrario, dependiente del bovino. Esta enfermedad, muy transmisible aunque inocua para los humanos, ya ha afectado 18 explotaciones de la provincia en lo que va de mes y ha obligado a sacrificar unas 2.500 cabezas de bovino.
Redacción
