Casi 13 millones de españoles cuentan con un seguro privado de salud. Este tipo de póliza se ha convertido en una de las mayores fuentes de ingresos para el sector asegurador. A los jugadores tradicionales (Adeslas, Asisa, Sanitas o DKV) se han ido incorporando más y más compañías que quieren una parte del pastel. Pero los precios de entrada han ido cayendo y el sistema empieza a mostrar sus costuras. El coste de este tipo de servicios es en España muy inferior al de otros países comparables. La llegada masiva de nuevos pacientes empieza a colapsar también la sanidad privada y a deteriorar la calidad del servicio.
Redacción