Si bien gran parte del mundo está buscando eliminar su producción de carbón, el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, ha vuelto a colocar el carbón en la agenda energética, con grandes planes para revitalizar las instalaciones de carbón que envejecen. A pesar de las preocupaciones sobre el impacto del uso continuo del carbón en la salud humana y el medio ambiente, Trump ve los combustibles fósiles como la fuente de energía más estable para impulsar la seguridad energética estadounidense, lo que podría llevar a los consumidores a pagar más por sus facturas de energía en los próximos años. Al ingresar al cargo en enero, Trump declaró una emergencia energética, y desde entonces …
Redacción