La crisis de la vivienda se erige como un gran problema social en el conjunto de la Unión Europea. Con los precios de las casas disparados —crecieron de media un 60,5% entre 2015 y 2025, según Eurostat— se ha convertido en un elemento que alimenta los populismos y merma la calidad de vida de los ciudadanos. Por eso la Comisión Europea ultima el primer paquete comunitario de medidas para abordar esa realidad. El plan sobre vivienda asequible incluirá iniciativas para regular en toda la UE los alquileres turísticos; flexibilizar las normas sobre las ayudas de Estado, para que puedan emplearse también en elementos relacionados con vivienda; y permitir que fondos de cohesión que no se hayan utilizado puedan emplearse en la construcción de vivienda pública o asequible, según detallan fuentes comunitarias.