El fracaso del BBVA en la compra del Sabadell abre nuevas expectativas que van más allá de España y que pueden tener alcance europeo. Esta integración se sostenía en dos argumentos básicos que siguen igualmente vigentes: el BBVA necesita escala (imaginen el Sabadell) y tiene que crecer en mercados desarrollados, preferentemente la zona euro, para compensar la dependencia de México y Turquía. Por tanto, el BBVA y el Sabadell tienen que seguir buscando su lugar en el paraíso bancario europeo. Quién sabe, quizás se cruce en sus caminos un banco italiano, Unicredit, empeñado en comprar.
Redacción