En diciembre de 2023, Angola sorprendió a los mercados energéticos mundiales al anunciar que abandonaría la OPEP después de 16 años de membresía. La decisión se tomó tras meses de tensión sobre las cuotas de producción. A Angola se le había asignado un límite de producción diaria de 1,1 millones de barriles de petróleo, muy por debajo de lo que Luanda consideraba justo. Sin embargo, en el momento de su retirada, la producción de Angola ya se había desplomado casi un 40% en 8 años, pasando de 1,7 millones de b/d a 1,1 millones de b/d. La caída se debe menos a la OPEP que a la geología y al alto ingreso del gobierno: campos maduros…
Redacción
