El AB 663 se firmó el 1 de octubre de 2025 y establece que los productos recuperados certificados están exentos de las restricciones de GWP que afectan a los HFC, potentes gases de efecto invernadero ampliamente utilizados en aire acondicionado y refrigeración. Sin embargo, existen criterios estrictos.

El producto debe contener al menos un 85 % de material recuperado en peso, tener la certificación AHRI 700, alcanzar una pureza mínima del 99,5 % y ser procesado por un recuperador certificado por la EPA.

Básicamente, esto cierra un vacío legal presente en la ley anterior (SB 1206), que eximía a los refrigerantes recuperados de las reglas de reducción gradual del estado pero no definía claramente lo que significaba «recuperado». Al explicarlo en detalle, la nueva ley impide que las empresas vuelvan a etiquetar o mezclen HFC vírgenes y usados ​​y los llamen recuperados.

La recuperación de gases refrigerantes desempeña un papel fundamental en la reducción de emisiones y el apoyo a la economía circular.

En lugar de liberar HFC a la atmósfera o eliminarlos, empresas como A-Gas recuperan gases usados ​​de sistemas de enfriamiento y refrigeración, los limpian mediante procesos avanzados de separación y destilación y los reintroducen en la cadena de suministro con niveles de pureza certificados. Esto ayuda a reducir la necesidad de nueva producción de HFC y reduce la huella de carbono general de la industria.

A-Gas separa sus gases recuperados en sitios dedicados a la separación de refrigerantes ©A-Gas

En respuesta al cambio de ley, A-Gas ha lanzado su línea de refrigerantes recuperados certificados Penguin, que según la compañía “cumple totalmente” con los últimos requisitos estatales.

«A-Gas garantiza que cada Penguin vaya acompañado de la documentación requerida, en particular un Certificado de análisis, para que los distribuidores y contratistas puedan mantener registros transparentes y cumplir con confianza las demandas regulatorias», afirmó la empresa. A-Gas también marca cada cilindro para su trazabilidad.

La nueva legislación también exige que los refrigerantes almacenados que no cumplan con estos estándares ahora se consideren no conformes, independientemente de sus fechas de compra.

Dado que los refrigerantes con alto PCA enfrentan restricciones más estrictas, los fabricantes también están desarrollando nuevas alternativas sintéticas y de bajo PCA, como mezclas de HFO y HFC y la integración de CO2 y amoníaco.

En EE.UU., esto ha sido impulsado no sólo por la AB 663 de California, sino también por la Ley AIM de EE.UU. y la Enmienda de Kigali, las cuales están obligando a los fabricantes y usuarios finales a adoptar refrigerantes con un PCA más bajo.