En estos días hemos tenido un fuerte debate sobre el nivel económico de los españoles. Circula en las plantaciones de opinión en que se han convertido algunas redes sociales que los españoles somos pobres. Esta idea, que (no me cabe duda) es orquestada de forma sibilina por partes interesadas, se basa en varios indicadores tergiversados. En estos debates, dos de ellos tienen que ver con el parque móvil de los españoles. Concretamente, en primer lugar, aquel que correlaciona pobreza con matriculaciones de coches “baratos” y, en segundo lugar, el que lo justifica aludiendo al aumento de la edad media del parque de vehículos. Sin embargo, mi postura es que ambos indicadores no son representativos de este supuesto nivel de pobreza, sino más bien de un comportamiento particular de un mercado y de cambios en el modo de consumir acontecidos en las últimas décadas.

