Las elecciones parlamentarias iraquíes del 11 de noviembre llegan en un momento en el que la influencia regional de Teherán se debilita y el resultado podría determinar si preserva un ancla vital en su esfera de influencia, financiación y disuasión o se desliza hacia un juego más costoso y fragmentado de gestión de poderes desde lejos. Con los reveses en Siria y las crecientes limitaciones a Hezbolá (designada organización terrorista por Estados Unidos) en el Líbano, Irak se ha convertido en el escenario indispensable para salvaguardar la profundidad regional, el acceso económico y la arquitectura de disuasión de Teherán. «El parlamentario…
Redacción
