El auge del petróleo y el gas de esquisto en Estados Unidos que comenzó a principios de este siglo tuvo enormes implicaciones geopolíticas. Sin él, Estados Unidos se habría vuelto cada vez más dependiente de las importaciones para satisfacer sus necesidades energéticas y, sin duda, los precios habrían sido más altos. De hecho, en los años previos a la revolución del esquisto, los precios del gas natural se dispararon y los precios del petróleo superaron los 100 dólares el barril. Pero el consiguiente aumento de la producción de petróleo y gas natural en Estados Unidos convertiría posteriormente a Estados Unidos en el mayor productor de petróleo y gas del mundo. Esto debilitó a la OPEP…
Redacción
