Los gigantes tecnológicos se han lanzado a una frenética carrera en el desarrollo de la inteligencia artificial (IA). Las promesas que esta tecnología proporcionará a empresas y hogares parecen infinitos y los inversores ven un suculento negocio. Pero su desarrollo requiere invertir ingentes cantidades de dinerolo que está empezando a poner de los nervios a Wall Street.
Redacción
