En 2017, el príncipe heredero Mohammed bin Salman se sentó junto a Steve Schwarzman y Masayoshi Son en la primera edición de la cumbre financiera anual de Arabia Saudita para presentar una ciudad del próximo siglo llamada Neom. Los dos inversores multimillonarios se apresuraron a elogiar el plan de 500.000 millones de dólares que preveía una metrópoli con más robots que humanos y suficientes paneles solares para llenar la Gran Muralla China.