“No es lo que se compra, sino lo que se paga. Una gran empresa a un precio exorbitante es una mala inversión, pero una empresa mediocre comprada a precio de ganga puede ser una gran inversión”, dice una frase célebre de Howard Marks, veterano inversor y copresidente del fondo Oaktree Capital. Esa lógica ha impregnado la opa hostil del BBVA sobre el Sabadell. La entidad vasca evitó tirar la casa por la ventana, y lanzó una oferta ajustada que no ha convencido a suficientes accionistas de vender sus títulos. La unión no llegará a consumarse.
Redacción