BYD, la marca china de coches que se disputa con la estadounidense Tesla la corona de líder global de vehículos eléctricos, ha protagonizado uno de esos ascensos vertiginosos que solo parece posible en las fábulas tecnológicas que tanto gustan entre los líderes de la República Popular: de los orígenes humildes de su fundador en los tiempos duros de Mao Zedong a la conquista planetaria en el siglo XXI.
Redacción